R-E-S-P-E-C-T: Muere Aretha Franklin, la indiscutida reina del soul

Su tema «Rock-a-bye your Baby with a Dixie Melody» («Arrulla a tu bebé con una melodía dixie») se repetía casi hasta el infinito en las emisoras ochenteras del país. El mítico programa de radio Chilena “Para los que fueron lolos”, conducido por Hernán Pereira, era un claro ejemplo de eso. Parecía que Aretha Franklin era una simple one-hit wonder.

Y si bien la canción no era mala, permitía adentrarse a su amplio y poderoso caudal de voz, a lo que luego se fue sumando una buena dosis de películas hollywoodenses en las que sus temas asomaban y permitían entender el real poderío de la cantante.

Es fácil toparse con su canción «Respect» (1967, cover de Otis Redding) en la banda sonora de alguna película sobre Vietnam, documentales sobre los derechos civiles de los afroamericanos en los 60 o la segunda ola de feminismo. Su voz incendiaria, cruda, con rabia, sacude y exige el respeto que merece.

Hija de un predicador mujeriego e itinerante y una madre con talento para el piano, Aretha nació en ese sur acechado por la discriminación racial, los linchamientos y ahorcamientos de personas de raza negra. Esas “extrañas frutas” de las que cantaría lúgubremente Billie Holliday.

Cuando tenía 2 años su familia se movió a Buffalo, Nueva York, y antes de cumplir 5, se mudaron otra vez a Detroit, Michigan, ciudad eminentemente industrial, ahora azotada por el desempleo y convertida en un pueblo fantasma lleno de propiedades desoladas. Aretha queda huérfana de madre a los 10, hecho que la obliga a madurar muy rápido, retirándose de la escuela y dedicándose a cantar himnos en el coro de la iglesia.

A los 14 empezó a ser representada por su padre, quien le consiguió un contrato de grabación, siendo su primer álbum «Songs of Faith» («Canciones de Fe», 1956), un intenso compilado gospel.

Pero Aretha quería ser como Sam Cooke, famoso por «Working in a coal mine» y ser una artista del pop de esa época. A los 18 años graba su primer single con Columbia, «Today I sing the blues» (1960). Posteriormente lanza el éxito que la hizo famosa internacionalmente «Rock-a-bye your Baby with a Dixie Melody» (1961) y hacia 1967 «(You make me feel like) a Natural Woman».

Aretha aparece también en películas como la comedia «The Blues Brothers» (1980), con John Belushi y Dan Aykroyd, en la que interpreta una mesera de café aguerrida y que no se achica ante su jefe para protestar por su libertad y sus derechos («Think», 1968). Aretha se constituye así en una mujer trabajadora, que ofrece un constante himno de batalla para los oprimidos.

En «Freeway of Love» (1985) se hace cargo de su personaje de mujer independiente, dueña de sus deseos, conduciendo su “Cadillac rosado por la carretera del amor”. El fallecido George Michael la admira tanto que logra un dueto con «I knew you were waiting» (1986), alcanzando su reconocido sueño de «grabar junto a mi heroína de infancia y adolescencia».

Y reconociendo ese espíritu indomable, Eurythmics graba junto a ella en 1987 el tema feminista «Sisters are doin’ it for themselves» («Las hermanas lo están haciendo por sí mismas»), en el que se celebra “la liberación consciente del estado femenino».

Aretha estuvo a punto de ser contratada en su juventud por Motown, el mismo sello discográfico de The Supremes, lideradas por Diana Ross. Probablemente mejor que no haya sido así. Aunque Motown fue un gran semillero, probablemente habrían moldeado y “blanqueado” su voz.

En un mundo donde las “divas” como Beyoncé, Mariah Carey o Ariana Grande tienen grandes voces, pero personalidades descafeinadas, se va a echar de menos a la verdadera Reina del Soul, la mujer rebelde, la que era madre de dos hijos a los 14 años y logró la cima a los 19, a puro pulso y un temple de acero. R-E-S-P-E-C-T.

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