Araucanía, Arte y Cultura en Red es el nombre de la primera experiencia conjunta que llevan a cabo un grupo de siete centros culturales de la región, a través de un proyecto presentado al Programa de Intermediación Cultura, perteneciente al ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La idea principal es potenciar esfuerzos y desarrollar una amplia gama de actividades entre los meses de marzo y octubre de 2019, en un trabajo colectivo de los centros culturales de Villarrica, Lautaro, Victoria, Carahue, Perquenco, Angol y Renaico.
La instancia se inicia con «Yo soy la feliz Violeta” (7 de marzo, Observatorio Regional de Participación y Desarrollo Cultural de Renaico), concierto desarrollado por las cantautoras Tita Parra y Vasti Michel, junto a la contrabajista Alejandra Santa Cruz. La presentación forma parte del espectáculo «Ruta de la Violeta» que desde 2016 recuerda a la potente cantautora nacional.
El concierto se recrea luego en los centros culturales de Victoria y Villarrica (sábado 9 y domingo 10 de marzo, respectivamente), con Tita Parra -nieta de Violeta- acompañada por Greco Acuña en percusiones y Alejandra Santa Cruz en contrabajo.
Por su parte, Vasti Michel, originaria de Traigén y heredera de una tradición de canto campesino, recorre Angol (15 de marzo), Lican Ray (16), Carahue (22) y Villarrica (23). La artista realiza conciertos y clínicas musicales, junto a Mauricio Barrueto en guitarra y Luis Barrueto en percusión.
El programa completo de la propuesta Araucanía, Arte y Cultura en Red incluye variadas expresiones artísticas, talleres, mediación cultural y participación ciudadana durante los nueve meses que dura el proyecto.
Viviana Ferrer, quien forma parte del equipo ejecutor, subraya que en cuanto a presentaciones «el énfasis está puesto en la circulación de artistas y agrupaciones regionales, como una forma de integración del imaginario creativo local con el sentido de identidad y pertenencia”.
La extensión cultural, en tanto, se aborda a través de talleres de circo social, mural colaborativo, apreciación de cine indígena, encuentros motivacionales, conversatorios y laboratorios.
Todas las actividades se desarrollan en barrios, colegios, agrupaciones sociales y comunidades indígenas de las siete comunas involucradas.
«El proyecto busca fortalecer lazos entre los centros culturales, los creadores y la comunidad para incrementar la participación de nuevos públicos y ser verdaderamente espacios de encuentro», enfatiza Ferrer.