Ese viento dando vueltas en el vacío

Fue ese día que el sol confesándole a la luna,

abrió los secretos de las estrellas enamoradas de aquellas y aquellos cometas que se veían pasar,

pero solo eran eso,

cometas que se avistaban una vez en 75 años,

especiales y llenos de vibración,

que atraían a su campo magnético, el corazón

enamorándote con pasión,

de su luz radiante en extinción.

Luego de que estos cometas desaparecían,

dejando un camino de desilusión,

de palabras rotas en ebullición,

te dabas cuenta del dolor,

que clava en el pecho, una oda sin amor

un llanto entristecedor, con impotencia, con dolor

de un cuento que pasó, más de dos,

llegaría a su final el día de hoy.

Aquellas estrellas se dieron cuenta,

que no pueden arriesgar su luz por otra luz,

hacer brillar sus emociones pintadas sobre el azul de la galaxia,

que resplandecían destacando sus emociones por el tragaluz,

y así cayendo en Venus,

cayendo en el viaje pleno,

se dieron cuenta,

en el espacio pequeño de la razón,

que no deberían enamorarse de cometas,

sino, de su propio amor.

 

(*) El texto corresponde al Tercer Lugar de la Categoría B del certamen, comprendiendo a alumnos de entre 2o Medio a 4o Medio del colegio.

18
0

0 Comments

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*