Escritor español Jordi Sierra i Fabra: “Del mundo del rock, los conozco a todos”

Jordi Sierra i Fabra es actualmente un exitosísimo escritor de novelas adolescentes en Europa, cuyos libros aparecen -incluso- en las sugerencias de los planes de educación en Chile.

Este español de pluma privilegiada e imaginación atractiva, tiene a su haber -además- otro éxito un poco más desconocido en América Latina: es el autor de la única enciclopedia del rock hecha en español.

Con más de dos décadas en el cuerpo, la amplia y completa colección de cinco tomos y 4.000 fotografías que contiene biografías y artículos sobre cientos de grupos y tendencias musicales, ha soportado más de quince reediciones.

Aún hoy, Sierra tiene datos, fechas y nombres a flor de piel y vocifera su admiración hacia Los Beatles y John Lennon por todos sus poros. En su solapa, un pinch de una guitarra asoma con cierta timidez. Sierra explica que es un tesoro que guarda con especial cariño, pues se la regaló una reconocida estrella del rock mundial, ya fallecida, con quien tuvo un amor.

Sierra ha dirigido una decena de revistas especializadas en España antes de dejar la música para convertirse en escritor.

Hijo único, su padre nunca quiso que siguiera el ámbito literario. Por eso, cuando terminó su enseñanza media, tuvo que trabajar y estudiar. Su sueldo era parte importante en el presupuesto familiar, pero él decidió caminar todos los días quince kilómetros durante dos años y ahorrarse la locomoción para comprarse un disco a la semana. Fue así como empezó su colección que hoy supera los 30.000 lp´s.

Para seleccionar sus preferidos, devoraba la información de las contraportadas de los vinilos. Hoy su “disco duro” guarda nombres de productores y músicos de las más variadas agrupaciones. Dice, nada más ni nada menos, que la música lo tiene vivo.

Ha conocido a cuanta estrella del rock pudiese imaginarse. “Y lo mejor es que de todos fui amigo”, asegura. “La pregunta más difícil para mí es cuál grupo o artista del rock mundial no he conocido”, rubrica sin ningún atisbo de falsa modestia.

Sus cifras de ventas (millones de libros en 25 años de carrera), premios y traducciones parecen más las de una estrella de rock que las de un escritor. Su página web personal es visitada cada día por miles de personas.

“Historia de la Música Pop” -una de sus obras investigativas sobre música- acaba de cumplir cuatro décadas, siendo -además- la primera obra en su género editada en su país y un éxito de ventas.

Según datos del ministerio de Educación español, el autor catalán se ubica en el top ten de los autores más leídos en las escuelas españolas, el más solicitado en las bibliotecas de ese país y el primer escritor de literatura infantil y juvenil de España con colección propia.

¿Qué es para ti el fenómeno de la música rock?

– Para mí ha sido media vida, pues me sirvió como válvula de escape y como medio para llegar a ser lo que soy actualmente. La aparición de Los Beatles para mí fue una revelación divina, pues gracias a ellos tomé conciencia de mis potencialidades, me dí cuenta de que tenía derechos y que podía ser un ciudadano.

A los 18 años comencé a trabajar como comentarista de discos en radio Barcelona y en la revista “El Gran Musical”, sin sueldo. Un par de años después surgió la revista “Disco Express” y me nombran director. De ahí en adelante dirigí las revistas más famosas de España: “Popular 1”, “Súper Pop” y gracias a la música conocí ciudades como Londres o Nueva York, en las que he estado en cada instante importante de la música de las última décadas.

Y con todo ese bagaje, ¿cuál crees tú que es el gran aporte del rock?

– Ha sido la banda sonora de los acontecimientos más importantes de la segunda mitad del siglo. El rock y sus derivados han formado parte de un profundo proceso social, político, humano, moral y ético esencial para leer al mundo. No se entienden los 60 sin Los Beatles o los Rolling Stones, ni la guerra de Vietnam ni el hippismo, como hoy no se entiende los 90 sin la lucha por la ecología y los derechos humanos, por ejemplo.

A grosso modo, ¿cuáles serían para tí los artistas fundamentales del rock?

– Indudablemente Elvis Presley es el padre de todo, junto a sus “primos” Jerry Lee Lewis y Chuck Berry, entre otros. Para mí la línea umbilical comenzaría por allí y seguría con Los Beatles, Rolling Stones, Bob Dylan, Led Zeppelin, Jannis Joplin, Jimmi Hendrix, The Doors, Pink Floyd, Queen y Bruce Spreengsteen, por citar los más básicos.

Y en nuestros días, cómo ves la cosa…

– Muy distinta. Hoy tengo la suerte de escuchar música sólo como fans, antes tenía que tener muy claro si algo iba a funcionar o no y por suerte tenía buen ojo, sabía cuando una canción resultaría o cuando un grupo iba a perdurar. Pero desde 1983, cuando surge un Michael Jackson que además de música suma una propuesta estética audiovisual a su trabajo, pues todo se remece.

La música deja de ser sólo composición y se transfromó en una mezcla inseparable entre sonido e imagen. Surge la era del video, que en pocas palabras significa “ya no basta con cantar”. Por eso es que se crean mentiras como los Milli Vanily: un señor gordo, bajo y feo que debe prestar su voz a un dúo de jóvenes guapos, altos y fornidos que sólo doblaron, actuaron y consumaron el peor fiasco de la música internacional, pues no sólo vendieron 8 millones de copias de su disco de estreno, sino que ganaron tres Grammys.

Piensa una cosa: en los 60 Los Beatles sacaban dos LP´s por año y además cuatro singles. Hoy, por ejemplo, U2 –uno de los buenos grupos actuales- graba cada tres o cuatro años y cada trabajo lo exprimen y lo venden por partes y más partes. O sea, hay mucho marketing en todo lo que es creación y al artista se le coarta su natural proceso de inspiración.

De todas estas figuras que nombras, tú haz conocido a casi todas…

– La pregunta más fácil sería a quién no he conocido… Desde el año 70 me presentaron a un Michael Jackson con diez años, a una Madonna que cantaba en un bar de Nueva York y con quien me hice amigo pues es una tipa fantástica, a Supertramp cuando tocaban en un bar de mala muerte y en una de mis revistas escribí “he conocido al grupo de la próxima década” y en ocho meses Supertramp fue número 1 en toda Europa. A Elton John lo conocí cuando era muy joven. En mi casa está el testimonio gráfico de todo esto, pues tengo fotos con Freddy Mercuri, Bob Dylan, Jim Morrison, Janis Joplin. Nómbrame a un grupo y por lo menos los he visto entre 10 y 20 veces y soy amigo de dos o tres de ellos…

Una de tus leyendas dice que conociste a Kurt Cobain muy poco antes de su trágica muerte…

– ¡Vamos que nos es leyenda, macho! Lo conocí en 1992, en plena gira de Nevermand. Yo soy una persona muy optimista y feliz y resulta que me encuentro con un muchacho deprimido, deprimido y deprimido. Que todo estaba mal. Cobain era un tipo al que realmente la muerte lo rondaba desde hacía mucho tiempo. Le dije “¡Macho, estás fatal, te veo muerto!”. Fue ver a la Joplin o a Morrison. Y Cobain no me lo discutió. Por el contrario: me dijo que lo sabía, pero que no lo podía evitar. Lo peor para él era reconocer que lo que cantaba eran las penas de toda una generación y que con esas penas él ganaba dinero. Le dije, “pues cambia de canciones”. Y, bueno, como creador consecuente no podía hacerlo, no le nacía otra cosa. Cuando lo vi en Barcelona fue un mes y medio antes de que se matara.

¿Y cómo es que tuviste la decisión de escribir la “Enciclopedia del Rock”, la única existente en nuestro idioma, además de ser la más completa?

– Es que cuando empecé, en España no había ningún libro que hablara de rock o música con buenos datos. En 1972 no tenía de dónde sacar información. Nada. Por eso es que en mi páis comenzaron a llamarme “El Gran Gurú” e incluso muchos dicen que son músicos porque leyeron mis artículos o se encontraron con mi obra. En España no habían reportajes sobre músicos, no existía el concepto. Cuando iba a Londres o París me encontraba con que sí había información recopilada y por eso me decidí a hacerlo. La primera edición de la enciclopedia apareció en 1972 y se vendieron 40.000 ejemplares, un éxito total. La gente que decía que el rock era una cuestión de cuatro peludos maricones, se iban de espalda cuando veían un libro con cientos de páginas que hablan de diversos grupos y estilos musicales.

Y no es la única investigación musical que haz hecho…

– He escrito sobre Los Beatles, John Lennon y, claro, sobre Víctor Jara que es un artista que me encanta. Tengo la Historia de la Música Pop en dos volúmenes, la Historia del Rock en cuatro volúmenes, El Rock en seis fascículos y la que me dices tú, la Gran Enclopedia del Rock con cinco tomos y 4.000 fotografías. Y trabajo solo, eh… Simpre lo he hecho, me encanta parirme todo esto yo. Tengo todos los discos en mi casa y me encanta investigar. Lo mejor es que la música me sigue gustando. Cuando voy a un concierto no me siento en la última fila, sino que en la primera y salto con la música . Y no es que esté loco. Estoy vivo. La música me tiene vivo.

¿Crees que el rock aún puede salvar el mundo?

– Sin duda. El rock es libertad. Sigue siendo rebeldía. Aunque mucha gente confunda los valores. La música no debe perder su norte como vehículo de divulgación de ideas y sentimientos. Si bien hoy surgen grupos sólo hechos para fans, aún existen U2 y Bono Vox, Sting, Peter Grabriel y Bob Dylan que, aunque vendan millones, siguen haciendo música por el valor que tiene en sí misma.

 

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