“Nuestra paya es un patrimonio regional
el Mercosur así lo sentencia.
Por eso lo vamos a destacar
aquí en Cultura y Tendencias”
Con payas y cantos, la Biblioteca Nacional de Santiago ha congregado hoy a una delegación de payadores que celebran el primer reconocimiento internacional a la paya, el verso improvisado tan popular en el país.
El encuentro es a raíz de la aprobación de la paya chilena como Patrimonio Cultural del Mercosur, tras la XIII reunión de la comisión que se lleva a cabo en Colonia del Sacramento, Uruguay, el martes 3 de mayo.
Son los payadores chilenos, agrupados en la asociación gremial Agenpoch, quienes solicitan este reconocimiento ante el Mercosur y, además, que la Dibam oficie de interlocutora ante este organismo internacional.
“No estamos extintos, no necesitamos ser rescatados. Necesitamos que se difunda nuestro trabajo, que está vigente y que es actual porque la improvisación siempre hará referencia a los sucesos del mundo que nos rodea”, asegura Jorge Céspedes, presidente de los payadores.
Puentes de diálogo
La declaratoria incorpora a la paya chilena como variante del país al reconocimiento ya realizado a “la payada”, de Uruguay y Argentina que también se articula a través de versos en décimas, pero con una raigambre en la cultura gaucha.
De este modo se destaca una expresión cultural común a Latinoamérica, reconociendo a su vez las características propias de los cultores chilenos, como lo es su vinculación con el canto a lo humano y a lo divino.
Tras esta declaración, los payadores esperan fortalecer puentes de diálogo con sus pares en el todo el continente para continuar avanzando en el conocimiento y reconocimiento del verso improvisado como señal de una identidad cultural común.