Así es “Jopo”, el potente segundo disco del músico chileno Ivo Yopo

Con estudios musicales iniciados en Chile y perfeccionados en España, el guitarrista nacional Ivo Yopo lleva adelante un proyecto potente y novedoso, encabezando una tropa creativa que se nutre del «beat» del funk y de las cadencias de inspiración latina para desarrollar una propuesta altamente elaborada, elegante y adictiva.

Yopo crea, compone y produce, pero siempre invitando a cantantes para que le den vida y le agreguen de su propia cosecha a los temas. Luego retoca todo en la mezcla final. Una fórmula diferente y que funciona a la perfección.

“Jopo”, su segundo trabajo discográfico, no sólo es un avance en la continuidad de su disco anterior “Calle”, sino que funciona como una exquisita Caja de Pandora con variadas sonoridades y matices creativos. Un collage poderoso, en el que el pastiche, esa mezcla de la mezcla, resulta en este caso en un verdadero caviar.

“Mi método de trabajo comienza con una idea musical que voy desarrollando y, cuando tengo algo definido, avanzo con las letras. Posterior a esto, pienso en el o la cantante a quien el tema le pueda quedar bien”, explica el músico.

“No quisiera ser de aquí”, por ejemplo, el track inicial de “Jopo”, es una invitación muy bien pensada. Una guitarra acústica y una percusión suave dan marco para que la voz de Panty (DeKiruza) proponga una atmósfera existencialista y plantee “Tengo una deuda conmigo/ vivo en tierra de nadie/ un desierto florido/ respiro como un pez en el aire/ y no en el mar”.

La incomodidad del relato no es una confesión oscura, por el contrario: es una apertura de espíritu que un arreglo musical elegante y lleno de capas va transformando en un trance reflexivo, en un camino de introspección comunitario y humano. Realmente una joya.

“Esta forma de trabajar me funciona bien, me da la libertad que necesito para hacer lo mío, los aportes de todos los artistas se ubican dentro ese imaginario. Es fundamental el aporte artístico de terceros, es liberador y también me saca del encierro necesario de la creación”, precisa Yopo.

Un solo de un MC, voces femeninas y masculinas, vibraciones de funk, notas sincopadas de jazz, sonoridades latinas, diferentes vocalizaciones y atmósferas intensas, sorprendentes y atrapantes conforman un disco poderoso que con ocho temas deja la cabeza inquieta.

“La única regla que me pongo siempre es que absolutamente todo está permitido en mi música, he tratado de ser fiel a eso, a tener una vocación artística. Y por supuesto que me gusta mucho ese sentido que da el «beat» del funk, reconociendo que se trata de un cimiento importante en lo que hago”, enfatiza el músico.

“Jopo” se defiende muy bien en todos sus tracks, pero –sin duda- oídos especiales hay que prestarles al ya citado “No quisiera ser de aquí”, “Extravío” (que muestra un teclado cadencioso y una guitarra incisiva, sobre una letra que Felo Foncea –DeKiruza- entrega evocativa, diciendo “Anoche me perdí/ buscando un volantín/ saciando una estrella/ que no había en el mar”); “Haz de luz” (“Vamos a romper nuestra cerca de piel”, vocaliza Celeste Shaw con una exquisita base funky); “Isla” (en el que Manuela Paz frasea precisa sobre una base planteada ligeramente en trip hop “Fuego en un rincón del mar”) y “Sopla” (“Pronto nos iremos de aquí, como una luz” dice la voz de Gustavo Figueroa –Raiza- sobre una balada finamente sincopada).

“Me considero un músico popular, por lo que –probablemente- donde más me desenvuelvo es en el pop, lo cual me gusta y por eso trato de mantener la forma de «canción» en lo mío. Trato de construir desde aquí, desde este rincón del mundo, como latinoamericano, me parece que es la forma en que puede reconocerse uno y que los demás te pueden reconocer”, subraya Yopo.

Escuchando el disco queda la sensación de que es un tipo de música hecha con una calidad muy cuidada, muy atractiva, pero que –lamentablemente- es poco escuchada en nuestras radios.

¿Qué es lo que se puede hacer ante ese desafío?

– Creo que si una canción tiene la capacidad de sensibilizar a una persona, la tarea está hecha, de ahí desemboca la empatía y eso es lo que necesita el mundo con urgencia.

En mi caso en particular, espero que –efectivamente- se abran espacios para estas y otras tendencias. No hay un camino a la verdad, desde mi lugar lo único que me queda es hacer las cosas bien, hacer un disco que suene bien, o lo mejor dentro de mis posibilidades, proponer algo, esa es mi forma de ayudar al colectivo.

Están pasando cosas muy interesantes en la música chilena, y Chile precisa de sus artistas con cierta urgencia. La identidad va de la mano de la autoestima, necesitamos de estas cualidades para ofrecerle algo al mundo y lograr una sociedad moderna.

Además de los cantantes citados, participan en el disco Felipe Ilabaca (Chancho en piedra), en el tema “Ciclón de sal”; Consuelo Schuster (“Faro de cristal”), Jamez Manuel (MC en “Extravío”), Jorge Delaselva y Julia Grisenti (“Para Pablo y Luis”).

En el desarrollo musical se ubican José María Cortina, arreglista y pianista español que ha trabajado con artistas como Raphael; Roberto Trujillo y Roberto López en bajo; y Cristóbal Orozco en batería.

En el área técnica Felipe Castro y Nicolás Vilaxa registraron la batería en los Estudios Playa, mientras que Felipe Flandez, Esteban Zúñiga y Chris Cuevas registraron los demás instrumentos y voces en los estudios de Ivo Yopo.

 

El disco se encuentra en plataformas virtuales como Deezer, Spotify e Itunes, entre otras.

A través del Twiter @ivoyopo es posible encargar de manera privada copias físicas. De todas formas se siguen explorando nuevos canales, los que se van informando a través de la cuenta citada.

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