Impulsar a las mujeres que van a crear las empresas del futuro en el país es el gran objetivo de Her Global Impact, programa que entra a su cuarta versión y que prepara a cincuenta mujeres en el desarrollo de emprendimientos relacionados al concepto STEM (ciencia, tecnología y matemáticas).
Durante dos meses, quienes resultan elegidas reciben preparación en materias como educación financiera, propiedad intelectual, generación de ideas, marketing digital, modelos de negocio, estrategia de e-commerce y metodologías de generación de ideas, entre muchas otras.
En dicho tiempo cada una desarrolla un proyecto, siendo elegidos al final diez de ellos para seguir recibiendo mentorías por parte de profesionales especialistas en el área. La mejor idea, en tanto, obtiene un cupo para el Programa Global Solutions (GSP) de Singularity University en la Nasa, equivalente a USD$35.000.
Singularity University es una casa de estudios superiores estadounidense no convencional, cuya misión es educar, empoderar e inspirar a líderes en el entendimiento y la aplicación de tecnologías exponenciales que permitan resolver grandes desafíos de la humanidad.
Quienes estén interesadas en participar de este programa que en total cuenta con 50 hora de capacitación, tienen hasta el 09 de febrero para postular a través del sitio web oficial www.her.global. Las elegidas reciben una beca del 90% por ciento del valor total.
La actividad es organizada por BestInnovation, instancia que es representante en Chile de Singularity University, contando con el apoyo de la Fundación Mustakis y de Corfo.
Bárbara Silva, directora ejecutiva de BestInnovation y directora en Chile de Singularity University, enfatiza que «apoyamos la participación de mujeres emprendedoras en la economía nacional, acercándolas al mundo de la ciencia, la tecnología y las matemáticas a escala global”.
En las tres versiones anteriores de Her Global Impact las ganadoras han sido Carolina Arce (2014, quien hoy está a la cabeza de UPlanner en México); Emilia Díaz (2015, quien desarrolló un proyecto capaz de detectar la marea roja en el océano); y Carolina Águila (2016, quien innovó en el control de bacterias del sector agrícola).