“Juventud”, atractiva película que reflexiona en torno al paso y al peso de los años

Con el antecedente de haber sido el duodécimo director italiano en recibir un premio Oscar, el cineasta de 46 años Paolo Sorrentino cultiva un cine que homenajea constantemente a la tradición de su país, pero que también recoge esa vocación global que surge en la mirada de quien observa la vida desde la cuna del Imperio Romano.Sorrentino2

Con un cine intenso, visualmente sorprendente y pulcro, el director napolitano pone temas universales a través de historias personales. Simple y al hueso, pero con un estilo que mezcla influencias americanas y europeas.

No por nada, al recoger su Oscar por el filme «La gran belleza» (una seca y elegante radiografía de la sociedad italiana que, a partir de una estética “fellinesca”, propone un cuadro muy actual), dijo «Gracias a mis fuentes de inspiración: Talking Heads, Scorsese, Maradona y Fellini. Gracias a Nápoles y a Roma».

Sorrentino llega a Chile con una propuesta que da una vuelta de tuerca a las temáticas de sus ya siete filmes, remezclando eso que podrían ser llamados “ingredientes estructurales”. En «Juventud» la invitación es que a partir de la relación de dos personas de la tercera edad se comience a hablar del paso del tiempo, de las decisiones tomadas, de las reales posibilidades de enmendar los errores o de, definitivamente, morirse con ellos.

juventud3En «Juventud» un anciano compositor reflexiona junto a un exitoso director de cine en torno a los achaques físicos y sentimentales de la vejez.

La pareja de amigos, compuesta por el octogenario compositor Fred Ballinger (un intenso Michel Caine) y el director y guionista Mick Boyle (un genial Harvey Keitel), observa que el final de sus vidas se acerca; pero mientras uno se asume jubilado, el otro se niega a aceptarlo.

El punto al que van llegando lentamente es a darle a una vuelta a lo que cosecharon.

Lejos de la nostalgia, «Juventud» trata la vejez como algo a lo que se llega casi sin querer, pero que, para estar tranquilos ante ese momento que está llegando los personajes deciden retirarse a la ampulosidad de un hotel que ninguno de ellos disfruta, pero que eligen como punto de encuentro porque “venimos hace años”.juventud2

Como curiosidad, y entendiendo por qué Sorrentino dijo lo que dijo en los Oscar, la película incluye también un homenaje a Diego Maradona, interpretado por el actor argentino Roly Serrano, quien explica que a través de un Maradona gordo y casi acabado, el filme reflexiona en torno al paso del tiempo y de la fragilidad de los cuerpos.

Una sorpresa Sorrentino. Siempre tiene algo que hace de su cine una propuesta interesante.

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