El diamante conjuga en sí mismo todas las claves de la atracción en las piedras preciosas. Surge desde las profundidades de la tierra, tradicionalmente en las erupciones volcánicas, y su formación acumula períodos de entre uno a tres millones de años.
La destacada casa creativa de joyas Mosso, puesta en marcha en Chile por el argentino Ernesto Mosso, lleva adelante las veladas “Gems & wine”, instancias en las que da a conocer las principales características de la piedras preciosas y las posibilidades creativas que ofrecen.
El marco general lo entregan los casi 30 años que lleva la joyería en Chile y en la última versión del evento el tema central fue, como puede pensarse, el diamante y su intenso perfil.
En la charla se destacó que existen cuatro componentes para elegir un diamante de excelencia y calidad: color, pureza, peso y calidad de talla. La transparencia es una característica propia de cada piedra, ya que no hay dos diamantes que tengan la misma claridad y en las mismas ubicaciones.
Por eso, la talla y el pulido de las gemas son operaciones de alta joyería que tienen por objetivo resaltar al máximo sus cualidades. El corte ideal es aquel que permite que la luz ingrese y se reflecte por sobre la corona.
El diamante, que significa invencible o inalterable, es la única gema hecha de un solo elemento, típicamente un 99,5% de carbono, y su capacidad refractiva no se encuentra en otras piedras de este tipo.
Su dureza le permite un mayor tallaje y durabilidad, mientras que su alta transparencia y sus prioridades ópticas lo convierten en la gema más popular y apetecida.
De hecho, Mosso celebra su cuarto de siglo en Chile con una atractiva colección de elegantes anillos, aros y colgantes que conforman una línea de joyas bajo la inspiración del Art Nouveau.
Con detalles evocados de la naturaleza, líneas fluidas y un fuerte acento en lo femenino, la marca propone rescatar la estética y experiencia mágica del movimiento artístico que nació a fines del Siglo XIX, a través de su colección Floreale, nombre con el que se conoció a esta corriente cultural en Italia.
La inspiración se basa en la belleza de la naturaleza y en la mujer, “fuentes inagotables de diseño, con líneas fluidas, formas sinuosas y sensuales”, según destacan en Mosso.
“La naturaleza y la mujer han sido una fuente inagotable de inspiración y al poder revivir la estética de esta época inspirada en cosas simples, pero de gran belleza, como un pétalo, un capullo o simplemente el viento y su forma irregular, es evocar lo pacífico, lo femenino, sensaciones que emocionan”, explica el propio Ernesto Mosso.
“Se trata de una colección muy innovadora y distinta a lo que hemos hecho hasta ahora y nos ha cautivado por su profunda conexión con la naturaleza”, destaca.
Floreale está disponible en casa matriz y taller de la marca, además de las cuatro boutiques ubicadas en Santiago.