Atractiva obra “Cabaret Travesía Travesti” subraya el desafío de la diversidad

Jugando un poco con la coyuntura, lo primero que habría que decir de “Cabaret Travesía Travesti” es que no se trata de una propuesta apta para “Albertos Plaza”.

El guiño no es menor, sobre todo con lo ocurrido en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, Brasil y Argentina. No se puede decir que el ambiente esté para reivindicaciones sociales sofisticadas. Menos de género. Y menos sociales, sofisticadas y de género.

El punto es que esta obra impacta de comienzo a fin, tanto en forma como en fondo. Y vale mucho más la pena que leer el librito que anda promocionando el citado cantante nacional.

Ahí donde Plaza busca imponer lo irracional, “Cabaret Travesía Travesti” propone asumir la realidad pura y dura. Ahí donde la intención de los “Albertos Plaza” es plantear un odio compasivo, una pena por los “pobrecitos” que son “raros”, “Cabaret Travesía Travesti” plantea un “córtenla con la estupidez y comencemos a aceptar la complejidad de la vida humana”.

A través del teatro, la danza y la performance, el espectáculo creado por la colectiva Locas, Putas y Brillantes no sólo es una mirada inquieta, jugada e impresionante del mundo de los géneros. Es un cóctel desafiante contra el prejuicio. Un jugo difícil de tragar, pero con un formato dulce.

Desde la soltura de la alegría y la juerga, la obra avanza aparentemente ingenua y risueña. Poco a poco va llevando al espect-actor (como a ellos les gusta llamar a la audiencia) a un contexto complejo, con potentes matices, con variadas puertas posibles.

En algún sentido la puesta en escena recuerda a las primeras experiencias cinematográficas de Almodóvar: desarrollo dramático siempre en ascenso, mucha música popular en la que sus letras enfrentadas al nuevo contexto entregan significados sorpresivos y una constante mezcla de sarcasmo, crudeza y emotividad.

Es posible encontrar también variadas citas conceptuales –por ejemplo- al teatro de “La Negra Ester” o a las performances de Las Yeguas del Apocalipsis, especialmente en la idea de mostrar en escena la construcción y deconstrucción de personajes –por una parte- y en el uso del cuerpo como expresión que se suma a la voz y a la escenografía, por otra.

La mezcla a partir de la cual se presenta el trabajo de Locas, Putas y Brillantes revela una investigación profunda no sólo para desarrollar el contenido de lo que se ofrece, sino que –además- por concebir una forma que sea capaz de conciliar variadas fuentes de relato, sin perder una ilación central y sin ser sólo un pastiche hermético.

Claro que hay una dinámica posmoderna en las casi dos horas de la presentación. Y se agradece que así sea. Pero un aspecto importante es que no se trata de una forma-discurso para iniciados. Hay un afán –un “loco afán”, parafraseando a Pedro Lemebel- por llegar hacia variados lugares, territorios, sectores, públicos y audiencias con el mensaje.

Mensaje que no viene cifrado, aunque sí procesado. Y envuelto en una fórmula atractiva, que atrapa y encanta, para luego tomar vuelo y claridad.

“Mi amiga está muerta y nadie hace nada”, se plantea en uno de los intensos cuadros artísticos que arman la obra. La frase colgada en el escenario es una estocada discursiva que resume de buena forma la cobarde complicidad social que contextualiza al mundo LGTBI en Chile y el mundo.

Hay referencias constantes –algunas referenciales, otras más directas- a los dilemas que viven las personas que se salen del orden binario del género o de la sexualidad. En ese sentido, el título de la obra resulta preciso: la invitación es a un viaje, por paisajes, realidades y reflexiones muy distintos a lo habitual, pero también –por otro lado- muy parecidos.

La necesidad de encontrar felicidad, de contar con sueños por realizar o la alternativa de conocer el amor, son compartidas por todos los seres humanos. Aunque parezcan diferentes.

“Cabaret Travesía Travesti” es un aporte a la superación de la ignorancia, a entender cómo la diversidad es sustrato de avance social, espiritual y político. Si en lo artístico es capaz de generar un espacio tan fructífero, sorprendente y atrevido como esta obra, en todo lo demás sólo pueden esperarse bendiciones.

La colectiva Locas, Putas y Brillantes está compuesta por: Adolfo Esquivel/Anastasia María Benavente: travesti, activista, performer y académico U. de Chile; Camilo Saavedra/Mara-k Bastarda: diseñador teatral, académico U. de Chile, activista y performer; Nicolás Videla/Amnesia: director, guionista, profesor de cine y performer, creador de los largometrajes “Naomi Campbel” y “El diablo es magnífico”; Matías Aravena/Sandra Zostter: estudiante de danza de la Universidad de Chile, director de la compañía “Si me llaman boys”; Carol Mockridge: psicóloga, performer, productora del Festival de Arte Erótico y eventos de disidencia sexual; y José Gallardo/Perra Galga: diseñador industrial, make up artist.

Dónde
Sala Agustín Siré, Morandé 750, Santiago.
Temporada: Desde el jueves 22 de noviembre hasta el sábado 1 de diciembre.
Funciones de jueves a sábado a las 20 horas.
– Valor General, $5.000.- Tercera Edad, $3.000.-
– Información/consultas: travesiatravesti@gmail.com/ Facebook: travesía travesti/ Instagram: travesia_travesti

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