La deuda de Chile con sus mujeres artistas

(*) José Albuccó

Generar más espacios de inclusión al talento artístico femenino, tan silenciado por décadas y siglos, es una lucha que evidencia cómo se han transformado algunos espacios, discusiones y perspectivas de la enseñanza de las artes.

El presente histórico de constante esfuerzo por reconocer su contribución en la identidad social, la herencia cultural y el legado patrimonial debe ser un camino sin retorno. Pese a las constantes descalificaciones que se pueden observar en la actual etapa de desarrollo de nuestras sociedades.

El Museo del Prado de España realizó hace algunos años una exposición dedicada exclusivamente a pintoras. El hecho dio cuenta de que en la pinacoteca de uno de los museos más importantes del mundo, había más de 5.000 obras hechas por hombres y sólo 53 por mujeres.

La igualdad y el reconocimiento al talento artístico de ellas se ha desarrollado tímidamente, pero continúa.

En el caso de Chile, el mundo de las artes comienza a ser distinguido desde hace 77 años, en 1942. La Ley N°7.368 entregaba anualmente estímulos alternando reconocimientos entre pintura o escultura, música y teatro.

Luego, en el año 1992, surge la Ley N°19.169 que suma el arte a los Premios Nacionales, con las menciones de Artes Plásticas; Artes Musicales; y Artes de la Representación y Audiovisuales.

Al formarse en 2018 el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio -a través de la Ley N°21.045- los Premios Nacionales de las disciplinas descritas pasan a ser entregados por la nueva institución.

El Premio Nacional es el máximo reconocimiento que otorga el Estado de Chile a los artistas nacidos en esta tierra o inmigrantes que, por su excelencia, creatividad, aporte trascendente a la cultura nacional y al desarrollo del saber y de las artes, se hacen merecedor@s de esta retribución de la sociedad.

En 77 años sólo doce mujeres artistas han sido distinguidas, entre ellas Roser Bru, Gracia Barrios, Marta Colvin, Margot Loyola, Elvira Savi, Bélgica Castro y Marés González.

La construcción cultural de un país es el reconocimiento de nosotros mismos, por lo que -en el contexto de un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer- es momento de reconocer que el mundo del arte está al debe respecto del aporte fundamental de las mujeres.

Es más que necesario realizar un análisis crítico a estos 77 años de diferenciación y supremacía patriarcal entre los talentos artísticos.

(*) Académico de la Universidad Católica Silva Henríquez, autor del blog Patrimonio y Arte.

0 Comments

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*