Kurt Cobain, poeta

Por una extraña razón –acaso su última broma antes de cambiar de dimensión- quienes tienen acceso al certificado de defunción de Kurt Cobain al hacer los trámites para su funeral hace 25 años se enteran de que su amigo, esposo y/o compañero de banda nunca fue un músico.

Eso, pese a que la música fue la actividad que –finalmente- lo hace conocido en todo el mundo. Tras cinco potentes álbumes con el grupo Nirvana, el documento post-mortem señala en el ítem “actividad o profesión” que el guitarrista, cantante y compositor es hasta el momento de su muerte un “poeta”.

Por raro que parezca, el incidente no deja de tener una certeza razonable. Básicamente, porque un análisis sobre las letras de Cobain –sin onanismos mentales- da luces sobre el origen y ubicación del talento lirico del desaparecido gestor de Nirvana.

Y, por cierto, le otorga a la anécdota un grado de acierto ideal para quienes buscan la verdad en los pequeños detalles.

En una oportunidad, Cobain declara que para él “la música es lo más importante, las letras son secundarias”. Sin embargo, excepto las clásicas preguntas que le desagradan a cualquier grupo (a saber ¿cómo definirían su música? ¿qué estilo tocan?), en la mayoría de las conversaciones con los medios el cantante discurre por el terreno del “sentido lírico” de sus temas.

Aunque parece una paradoja, no lo es tanto si se considera que –como muchos otros- Kurt compone una parte de música sobre la cual desarrolla una melodía cantada. Su talento soluciona rápidamente el primer punto (hacer una pieza musical simple y de calidad), luego de lo cual viene la segunda fase: abocarse a un contenido, decir algo.

El medio y el mensaje

Las letras de Cobain, si bien –como es obvio- representan su propia mirada, también hay que anotar que refleja la postura del grupo, que comparte una sólida base ética sobre las cosas.

En “Polly”, por ejemplo, las fronteras son tenues en medio de la historia: una sadomasoquista que juguetea con su captor para evitar que éste la viole. “Territorial pissings”, en tanto, puede decirse que observa desde una línea anti-machista. De hecho, Cobain –a partir de este tema- subraya que “es un homenaje el género femenino, como personas que merecen recibir algún día el reconocimiento que se les ha negado”.

Hay ejemplos generacionales como “Smell like teen spirit”, un himno a la apatía juvenil; o la crítica total a los machistas cabeza-de-músculo en “In Bloom” o la justiciera “Frances Farmer will have her revenge en Seattle”, que rinde culto a una actriz estadounidense acusada de ser comunista, atea y alcohólica.

A pesar de todos esos evidentes aciertos, la verdad es que el talento de Cobain como letrista no va por el lado de las problemáticas sociales, hoy –debe decirse- políticamente correctas (hace 25 años no lo eran).

Pese a la costumbre de atribuirle calidad a un tema por motivos extra-musicales (como la co-experiencia, la identificación de un “enemigo común” o la apelación a las emociones), la relevancia lírica de Nirvana no se ubica en lo que dice. El remezón viene en cómo lo dice.

Letras desnudas

La leyenda urbana cuenta que Kurt Cobain es un niño introvertido, que en el comienzo de su adolescencia prefiere ir a la biblioteca de Aberdeen (en Maryland, Estados Unidos) que juntarse con los chicos-más-populares de su colegio.

Aunque siempre es el de menor edad que circula por el lugar, nunca le niegan la entrada. Es ahí donde descubre la literatura y la poesía. La lírica que identifica a Nirvana nace de estos hallazgos, especialmente con la lectura del escritor estadounidense William Burroughts (“El almuerzo desnudo”).

Es a partir de esos gustos –muy beatniks, por cierto- es que le atrae el “cut-up”, forma de trabajo literario que consta de tomar frases, palabras y conceptos pre-escritos para establecer una relación conceptual entre ellos, aunque lineal ni –incluso- lógicamente tengan relación.

Y es que funciona como una especie de rompecabezas subconsciente o una sopa de letras que tiene su valor en el sentido indirecto de entender la realidad. Es una forma desprejuiciada de enfrentarse a lo cotidiano.

Jeff Kravitz/FilmMagic

Claramente no es el primero en incursionar en esa línea. Bob Dylan, David Bowie y John Lennon -entre otros insignes- ya han utilizado la técnica. Pero Cobain llega a resultados potentes y atractivos.

Construye conceptos que no necesariamente son lógicas desde el punto de vista tradicional ni tampoco son claras en su propuesta visual. Se trata de imágenes lingüísticas. Palabras combinadas de tal forma –criteriosa o aleatoriamente- que crean un mundo por sí mismas y funcionan como canciones, siempre desde la emoción.

En la poderosa “Come us you are” –por ejemplo- canta “Ven, residuo de florero/ servido en blanquedor/ como quiero que seas”. En la inquietante “All apologies” dice “Quemadura de sol con quemadura de hielo/ chocando en las cenizas de su enemigo”).

Un ejemplo muy potente puede verse en “Heart shaped box”. Aquí las palabras logran confundir aún más a quien busca sentidos lógicos o un mensaje que descifrar: “Ella me ojea como peces cuando estoy débil/ He estado encerrado en tu caja con forma de corazón por una semana/ Fui dibujado en tu magnética trompa de alquitrán/ deseo poder comerme tu cáncer cuando te vuelvas negra”.

Y suma: “Las orquídeas salvajes no han perdonado a nadie aún/ me corto en cabellos de ángel y aliento de bebé/ Rompiendo el himen de tus alturas me quedé negro/ arroja tu nariz umbilical para así poder escalar”.

Aparte de la herencia literaria, la forma de componer de Cobain deja una huella sólida en la banda. Propone una manera diferente de entender la música pop, muy lejos de las letras insulsas que inundan las radios.

La propuesa de Cobain va más allá: no importa lo que diga una letra de canción, lo principal es desarrollar una propuesta artística sólida.

“No me gusta hacer letras obvias porque se trillan”, anota. “Tampoco busco ser críptico ni enigmático, sino que creo que con letras diferentes y extrañas se puede pintar un muy buen cuadro de lo que nos pasa”, explica. “Así es como entiendo el arte”, remata.

0 Comments

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*