«Los veranos que no supimos conservar en el invierno» dice una parte de la canción «Los veranos» del cantautor nacional Rudy Wiedmaier, incluida en su último disco publicado, el imperdible «Cuando vuelvan las canciones» (2018).
En un trabajo notable por la calidad descriptiva de una sociedad en búsqueda, a partir de reflexiones y emociones personales, el citado disco constituye hoy una herramienta importante para entender el estado de las cosas en Chile.
Y esta estrofa en particular -como la mayor parte de las canciones del LP- en la actualidad adquiere poderosos significados. «Todo aquello que nos parecía tan habitual -como estar cerca de la naturaleza, a la que herimos permanentemente- con la pandemia se ha convertido en un bien preciado. Lo que no supimos cuidar ahora, nos hiere de vuelta», explica el propio Wiedmaier.
El viernes 29 de enero ofrece el primer recital del año 2021 vía Facebook. Ya en el 2020 efectuó varios, siempre proponiendo nuevas perspectivas, adelantando algunas claves del nuevo disco que está trabajando y compartiendo también re-versiones de clásicos temas de la música popular.
«La verdad es que todos han sido lindos conciertos. Y -claro- la adhesión voluntaria a modo de entrada ha sido clave, especialmente para las típicas cosas de primera necesidad. El cariño de la gente se manifiesta en hechos concretos y eso es una maravilla. Así que trato de entregar lo mejor que tengo», explica.
Dadas algunas reacciones negativas de la gente frente al consumo de cultura, dificultades que a veces se argumentan para comprar una entrada o adquirir un disco, frente a escenas como las de las filas para comprar zapatillas o televisores ¿cómo puede esperarse el futuro de Chile con su cultura?
– El futuro del Chile cultural es la postal de una ciudad arrasada en la que aún quedan en pie pequeños restos de hHumanidad que han logrado sobrevivir. No deja de ser paradójico que yo, entre otras voces invisibilizadas, haya sido uno de los que ejerció la crítica al modelo cultural de la Concertación -pagando el precio de aquello- y ahora los hechos dan la razón.
Un país destruído culturalmente, con muchachos y muchachas valiosísimos, talentosos, creativos, llenos de entusiasmo -de hecho, me veo en ellos a los 18 años- enfrentados a un sistema despiadado de burócratas a los que no les importa en absoluto el alma de las cosas, sino que -como escribe Rilke- sólo les interesan «las cosas sin alma, objetos hechos en serie».
Ese fue el modelo cultural que implantó la Concertación, el de los concursos, las estadísticas y «la cultura del espectáculo». Ahora estamos viendo la verdadera y magra cosecha de tan pobre siembra. Aunque, claro, ellos siguen creyendo que lo hicieron estupendo…
¿Y cómo ves la dinámica de los artistas en este largo contexto pandémico?. Por ahí en Facebook has sugerido la idea de «re-hacerse»…
– Los veo desesperados e insistiendo, a ratos tozudamente, en un esquema que se acabó. Nadie ayudará a los artistas. En Chile no, por lo menos. Lo de rehacerse no es algo nuevo para mí. Lo viví hace más de diez años ya, cuando armé mi primer taller de luthería. Me arrepiento de no haberlo hecho mucho antes, pero -bueno- las cosas llegan cuando llegan.
Igual con la idea largarse de las ciudades, lo vengo diciendo hace quince años. Yo lo hice. Y se lo aconsejo a mis amigos siempre. No había que ser muy avispado para darse cuenta de que las cosas colapsarían en las zonas urbanas. Esto no es nada. Es un anuncio solamente. Será grave en el futuro. Es cosas de leer la realidad con acuciosidad y leer a los escritores visionarios: Rainer Maria Rilke, Ray Bradbury, Philip K. Dick. Lo adelantaron. Está todo ahí.
Ya está ocurriendo en Europa, muchas parejas jóvenes con hijos chicos, profesionales, están dejando las ciudades e instalándose en sectores rurales. Yo, por ejemplo, si no tengo dinero para un balón de gas, tengo un montón de leña que compro siempre en verano. Cocino igual.
En un depa del centro de Santiago, por ejemplo, si no pagas los gastos comunes te cortan la luz y como las cocinas son eléctricas -flor de negocio armaron estos infelices- no te dejan tener un balón de gas, cagaste. A mis colegas les diría una vez más y con claridad: busquen otra pega, un oficio, Sin dejar de crear arte, por supuesto.
En ese contexto de re-adecuarse, ¿cómo calificas la experiencia de estos recitales por internet? Ya llevas varios.
– Excelente. Me comprometí siempre con un sonido de calidad y lo voy mejorando. Partí con una infraestructura muy modesta, haciéndome los cables, buscando tutoriales en internet, hasta que encontré un cabro muy capo en México que generosamente comparte información súper valiosa.
Yo hice un tutorial después también para que cualquiera pueda hacerse ese cablecito «mágico» y transmitir con calidad digital. Es lindo eso. Ese aspecto democratizador de la internet, especialmente en Latinoamérica, la gran mayoría no tenemos la capacidad económica de comprar los dispositivos originales de los gringos o los chinos, pero nos las ingeniamos y fabricamos la versión » hechiza «. Y funciona. Es hermoso eso. Un hecho poético, incluso.
Y en lo que es repertorio,siempre voy cambiando, metiendo temas nuevos, versiones de canciones que amo, de los 70, voy de la guitarra al piano. En fin, todos han sido lindos conciertos.
¿Y cómo avanza el disco nuevo?
– Lento pero fuerte. No hay apuro alguno. Digamos que es un plato que se está cocinando a fuego lento. Para que se disfrute de igual manera. Mientras se nos va la vida en ello. En cocinar y en degustar. Por supuesto que a pura leña. De la buena.
** Concierto Rudy Wiedmaier vía Facebook Live, viernes 29 de enero, 21 horas, desde el Valle de Aconcagua. Adhesión voluntaria. Cuenta Rut Banco Estado 8.513.679-8
** Concierto En Vivo Rudy Wiedmaier, sábado 30 de enero, 19 horas, Emporio Café Restobar (Tocornal 464, San Esteban, Valle del Aconcagua). Reservas: +569 4994 3375. Adhesión $6.500.- incluye cover.
******* DEBIDO A LAS LLUVIAS, ESTA ACTIVIDAD SE CAMBIÓ AL SÁBADO 6 DE FEBRERO, MISMA HORA, MISMO LUGAR *******
***** Foto principal, Claudio Mateluna.