Por María Luz Crevoisier, desde Lima, Perú.
Los Andes, un rosario de montañas que se inicia en el extremo occidente venezolano, se alarga por siete países en más de 7.500 kilómetros convirtiéndose en una espina dorsal en el Perú y concluyendo su viaje hacia el extremo austral de Tierra del Fuego.
Los Andes se salpican de ríos, elevan en gigantescas montañas y endulzan con valles pintados de verde, para acoger a cientos de pueblos con una voz cultural parecida y compartida. Entre las variadas, ricas y potentes expresiones artísticas que se manifiestan en la zona desde tiempo pre-incaicos, también se encuentra la moderna expresión del cine.
La lista de producciones en el séptimo arte andino es tan intensa y sorprendente como la propia cadena montañosa. Lo mejor es que, tal como el rosario macizo de 7.500 kilómetros, la mayor de las veces las sorpresas son positivas.
Algunos ejemplos
Desde un rápido recorrido pueden nombrarse, por ejemplo, «La Tigra» de Camilo Luzuriaga y «Qué tan lejos» de Tania Hermila en Ecuador; «Museo», protagonizada por el mexicano Gael García y el chileno Alfredo Castro, dirigida por Alonso Ruizpalacios, «Bolívar soy yo» de Manuel Arias y «La vendedora de rosas» de Erwin Goggel en Colombia; o el profundo cine indigenista del boliviano Jorge Sanjinés, quien marca una estilo propio con «Ukamau» (1966) , «Yawar Mallku» (1969) y su más reciente «Los viejos soldados» (2021).
En Chile surgen ejemplos como el programa Nirteraijen Mapu del proyecto Fondecyt «Recuperaremos nuestra Tierra», en pro de los pueblos originarios. En esa línea ya hay ejemplos tempranos como «A la Sombra del Sol» de Silvio Caiozzi y Pablo Perelman (1974) y más recientes como «Archipiélago» del propio Perelman; «Yirwa ni silk’nam» de Christian Aylwin (2002) y «Aymara» de Sebastián Moreno (2003). Hace poco, el año 2020, Chile estuvo invitado en el European Film Market, por su selecta y variada producción.
Por su parte, ubicado en el corazón de América, Perú tiene múltiples representantes en el séptimo arte que están dando que hablar: Nilo Castañeda, Manuel Siles, Palito Ortega, Claudia Llosa, Nora Izcue, Francisco Lombardi, Armando Robles Godoy, Luis Llosa Urquidi y Alberto Chicho Durant, entre vari@s otr@s.
Cine, literatura y teatro en el peruano Federico García
En medio de esa cromática y poderosa paleta surge la figura de Federico García -Fico, como se le llama usualmente- cineasta cusqueño que se sumerge en el sentir de los desplazados. Sus temas, muchos de carácter histórico, simbolizan momentos clave de la historia peruana, que -por cierto- tienen puntos de contacto con los de la región andina.
Fico nace el 29 de septiembre de 1937, en Cusco, aunque por sus orígenes familiares le gusta identificarse más como calqueño, sintiéndose hijo de aquella bucólica provincia cusqueña ubicada al pie de los Apus (guardianes) Sawasiray y Pitusiray, antiguo corregimiento de Kalka y Lares.
Hizo sus años escolares en el colegio La Salle y pre medicina en la Universidad San Antonio Abad del Cusco. Pero no contento, viaja a Lima y suma estudios de Etnología en la Universidad Católica del Perú y en San Marcos.
Por la mítica década de los años 60 viaja a Cuba, al Primer Congreso Estudiantil, instancia en la que es nombrado delegado de los jóvenes de América. Conoce y entabla amistad con Fidel Castro, pero sobre todo con el Ché Guevara. De retorno al Perú, ejerce el periodismo y trabaja en diversas entidades estatales, dirige Bandera Roja, edita el suplemento del diario Correo, es articulista de las revistas Oiga y Gente y del periódico El Comercio del Cusco.
Trabaja también en el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (Sinamos), instancia central del llamado Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, administración uniformada que comanda el general Juan Velasco Alvarado en una de las minoritarias aventuras militares de izquierda en la región. Ese proceso se extiende por casi una década en Perú.
Por dicho años escribe la obra «El Juicio», puesta en escena en el Teatro Universitario bajo la dirección del chileno Domingo Piga. También publica los poemarios «Humania», «Lágrima blanca» y «Génesis», incluyendo un ensayo sobre la Reforma Agraria con prólogo de Hilda Gadea, primera esposa del Ché Guevara.
«Sembrar hombres libres»
Entre sus películas resaltan «Kuntur Wachana» (1977), «Laulico» (1979), «El caso Huallanay» (1981), «Melgar, el poeta insurgente» (1982), «Túpac Amaru» (1984), «El socio de Dios» (1987) y el documental «Alfredo Torero: cuatro estaciones de un hombre total» (2011), en el que se centra en la figura del notable científico y defensor de los derechos humanos en el Perú.
Algunas series televisivas son «El socio de Dios» y «El Frontón» dirigido por su esposa Pilar Roca. Para la película «Kuntur Wachana» escribe la cantata que el músico Celso Garrido Lecca lleva al pentagrama. Entre su narrativa tenemos: «Ayataky, canción de los muertos» y «Pachacúteq» (una aproximación a la cosmovisión andina), ambas en coautoría con Pilar Roca.
Es autor de tres novelas con ediciones agotadas: «El paraíso del diablo», «Pachakuteq: Una aproximación a la cosmovisión andina» y «Piel de fuego».
El 23 de octubre del 2020, Juan Federico García Hurtado de Mendoza -su nombre completo- fallece en Lima y parte de sus cenizas se distribuyen por el mítico río Vilcanota -visto como sagrado por los incas, que lo llaman Wilkamayu- y otra parte por las alturas de Taray (plena zona cusqueña), para que siga enriqueciendo con sus ideas, pues como dicen las letras de la Cantata de Kuntur Wachana: “Más importante que sembrar maíz, trigo, es sembrar hombres libres y reconquistar la tierra”.
Agradezco a Pilar Roca, quien se encuentra en Alemania, por los datos proporcionados. Ella es una activa compañera de ruta del cineasta, quienes caracterizan su trabajo como una «conjunta».
** El usuario de Youtube Diego Delgado incluye en su canal este «Homanaje a Fico», que reproducimos con la intención de sumarnos a la idea de seguir promocionando la figura de este insigne artista andino. Como el propio Delgado señala: «¡Los cóndores volverán, amigo!»