Innovación tecnológica en exámenes y dispositivos: Claves para el cuidado del corazón

(*) Gabriela Garnham

(*) Gabriela Garnham

Desde el primer electrocardiógrafo en Holanda el año 1903 -constituyéndose en uno de los adelantos más importantes en la historia de la cardiología, con un peso que superaba los 250 kilos- hasta el desfibrilador portátil que le permite al jugador de fútbol danés Christian Ericksen recuperarse luego de caer desplomado en un partido de la Euro Copa 2021, y reincorporarse al juego profesional con el paso de las semanas, la tecnología en salud ha dado un salto cuántico en el abordaje de las enfermedades cardíacas.

Willem Einthoven, creador del electrocardiógrafo, obtiene el Premio Nobel de Medicina en 1924 por su invención. El primer marcapasos cardíaco implantable se inventa en 1958 por Wilson Greatbatch, ingeniero eléctrico norteamericano. En 1965 el cardiólogo británico Frank Pantridge crea el primer desfibrilador portátil del mundo, con un peso de unos 70 kilos.

Los dispositivos médicos han sido claves en el diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades cardiovasculares, prolongando y mejorando la vida de millones de personas que viven con patologías del corazón.

Entre los exámenes más actuales que permiten una detección temprana de estas patologías destacan el holter de arritmia, el holter de presión arterial, el electrocardiograma, la cateterización cardíaca, la tomografía computarizada del corazón, la resonancia magnética cardíaca o la radiografía de pecho, entre muchos otros.

Por su parte, los dispositivos médicos utilizados para tratar enfermedades y padecimientos cardiovasculares pueden implantarse en el cuerpo de los pacientes o utilizarse afuera, dependiendo de su condición y gravedad. Entre los más utilizados están los desfibriladores externos automáticos (DEA), catéteres de ablación cardíaca, dispositivos angioplásticos cardiovasculares, marcapasos, desfibriladores cardioversores implantables (DCI), válvulas cardíacas protésicas (artificiales), stents y dispositivos de asistencia ventricular (DAV), por citar algunos.

La permanente innovación tecnológica en esta área ha hecho posible que muchos corazones sigan latiendo. Hoy se sumao la salud digital y la inteligencia artificial, permitiendo la automatización y seguimiento en línea de varios exámenes y procedimientos cardíacos.

En un mundo en pandemia, nuestro llamado a la población es a consultar de manera oportuna y continuar con sus chequeos, exámenes preventivos y tratamientos, de tal manera de seguir cuidando la salud coronaria.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile y el mundo, por lo que la innovación tecnológica ha sido clave para que los exámenes y procedimientos cardíacos sean cada vez más exactos y menos invasivos.

(*) La autora es gerenta general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (Adimech).

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