Hoy le deja de doler
En ese lugar
Donde siempre había invierno
Y la nieve
Le quemaba como mil soles
Hoy le deja de doler
En ese lugar
Donde nadie la ve llorar
Y sus lágrimas
Creaban mares
Hoy le deja de doler
Y lo acepta
Lo sana
Se libera
Y los días que pasó lamentándose no van a volver, porque sabe lo que vale, porque ya no le harán daño.
Los días que pasó sentada, llorando, sintiéndose pequeña, muy pequeña, quedaron atrás.
Hoy se libera de las cadenas de llanto que la mantienen atada a momentos que no quiere revivir, se libera de las capas de polvo sobre su piel y de los trapos guardados bajo la alfombra. Sus alas se despliegan y se transforma al fin para ser feliz.
Hoy le deja de doler.
(*) El texto corresponde al Primer Lugar de la Categoría A del certamen, comprendiendo a alumnos de entre 7o Básico a 1o Medio del colegio.