“Comunidad LGBTQ+ y diversidades»: El escritor argentino Bruno Bimbi en la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem)

«La Nueva Constitución representa una enorme oportunidad para Chile de profundizar su reconocimiento a los derechos de la diversidad, espero que no se desperdicie este gran momento», señala el escritor y periodista argentino Bruno Bimbi en la charla “Comunidad LGBTQ+ y diversidades: una mirada de Medio Oriente a Occidente”.

En la actividad -desarrollada recientemente por el Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía, Extensión Universitaria y el Programa de Género y Equidad, ambos de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem), en Santiago- el intelectual trasandino expone los avances mundiales en materia de igualdad de derechos y, al mismo tiempo, subraya los desafíos aún pendientes.

Participan también en la jornada la abogada Vanessa Hites y André Lajst, director ejecutivo de StandWithUs Brasil.

Bimbi es autor de los libros “Matrimonio igualitario” (Planeta, 2010) y “El Fin del Armario” (Marea Editorial, 2017), además de ser el responsable de la campaña en redes sociales de Petra Costa, directora del documental “Democracia em vertigem” («Al filo de la democracia», 2019), nominado al Oscar.

Se trata de un destacado activista por los derechos LGBTQ+, siendo uno de los responsables en Argentina, Brasil y Ecuador de las campañas que permiten el matrimonio igualitario.

En el país carioca es coordinador político y legislativo del diputado federal Jean Wyllys, quien debe partir al exilio luego de recibir variadas amenazas de muerte, tras el triunfo del actual presidente Jair Bolsonaro.

«Chile está avanzando en materia de cuestiones ambientales, los derechos de la mujer, los grupos históricamente discriminados y la población LGBTQ+”, señala Bimbi en su exposición.

Condiciones de igualdad en dignidad y derechos

“Siendo universidad del Estado de Chile nos guían valores como la no discriminación y el respeto a la diversidad, la equidad de género y la promoción de los derechos humanos”, señala la vicerrectora de Transferencia Tecnológica de la Utem, Claudia García, al presentar al autor trasandino.

Y recalca: “La diversidad sexual constituye una de las dimensiones de los derechos humanos. En ese sentido, garantizar los derechos de la población LGBTQ+ no significa crear un nuevo ‘grupo privilegiado’, sino que todos los seres humanos sean reconocidos como iguales en dignidad y derechos por su condición humana”.

Para el director de Relaciones Nacionales e Internacionales y coordinador del Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía de la Utem, Víctor Osorio, «las universidades del Estado tenemos el imperativo de promover valores como la no discriminación. Al hablar de la diversidad sexual, estamos haciendo una contribución a aprender a aceptar la diferencia sin temerla, como un rasgo cotidiano de la vida en sociedad”.

Por su parte, Bruno Bimbi -quien también es Doctor en Letras- subraya que “las personas LGBTQ+ hemos sido históricamente segregadas, por lo que -efectivamente- «no se trata de crear nuevos privilegios, sino que de ponerle fin: se trata de lograr condiciones de igualdad en dignidad y derechos”.

Sobre las dificultades que han vivido las disidencias sexuales a lo largo de la historia, el escritor comenta que “Lo que para nosotros parece imposible o absurdo hoy en 2022, era la realidad hace unos pocos años. Por ejemplo, cuando las mujeres no votaban o se prohibía el matrimonio entre una persona negra y otra blanca”.

Explica que aún existen regiones del mundo, como África y el Medio Oriente, en las que la vida de las personas LGBTQ+ constituye «un verdadero infierno». Comenta que  en países de esas regiones «aún se penaliza la homosexualidad y en esos países las personas como yo pueden ir a la cárcel e incluso ser sometidas a la pena de muerte”.

Bimbi precisa: “Las personas LGBTQ+ hemos tenido el privilegio de que nuestras propias familias nos echen de las casas. Hemos tenido el privilegio de que nos hagan bullying en los colegios. Hemos tenido el privilegio de que por nuestra orientación sexual todavía existan países en el mundo donde nos metan a la cárcel e incluso nos maten. Tenemos el privilegio de que en países como Brasil haya un muerto cada 25 horas por acciones de odio y violencia, y no con una sino con sino con más de treinta puñaladas en el cuerpo. Esos son y han sido nuestros privilegios. En realidad, lo que buscamos es igualdad de derechos y no privilegios”.

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