Revista electrónica «Alas Blancas», impulsando la buena literatura en la web desde México

Desde Lima, Perú, por María Luz Crevoisier

Cuando los dioses Huitzilopochtli e Itzamnaaj, deciden crear el mundo, ese universo que conocemos hoy como México, construyen una geografía  de diversos paisajes en donde se enredan las montañas y despuntan los volcanes como el Popocatépetl, amante guardián  del sueño eterno de su amada Yztaccihuatl; el Tacaná o la Malinche; y en donde también surgen los lagos de Pátzcuaro o Cuitzen; y aquellos mágicos celotes en los que las doncellas más hermosas son sacrificadas a los dioses. Célebre dicen que es el celote sagrado de Chichén Ytzá por este motivo.

En ese mundo cautivante por donde  salta de árbol en árbol el canto del colibrí o del chipe y se corona como una diosa el águila dorada, nacen leyendas tales como La Llorona que por ser tan célebre llegó también a la canción, la Mulata de Córdova, es otra de ellas, seguidas de El callejón del aguacate, el fraile que no se mojaba y tantas más, relatos mágicos que no se pierden gracias al atento trabajo de revistas literarias y magazines que las saben guardar y perpetuar.

Es en el siglo XIX que, gracias al emprendimiento de mujeres escritoras, se desarrollan con entusiasmo las llamadas «tertulias», como aquellas  Veladas Literarias en el Cusco y Lima, promovidas por las escritoras y periodistas Clorinda Matto de Turner y la argentina Juana Manuela Gorriti; o los encuentros que se realizan en México organizados por las escritoras españolas Concepción Gimeno y Emilia Serrano, que abren los Salones Literarios.

Generando una enorme trascendencia en la cultura literaria de América Latina, de estas actividades surgen grandes voces femeninas como Laura Méndez, María Néstora Téllez, Refugio Argumedo, Francisca Cuéllar y tantas otras que la autora Leticia Romero Chumacero narra muy bien en su libro “Concepción Gimeno, Emilia Serrano y las escritoras mexicanas durante el siglo XIX”.

Paralelamente, se fundan revistas y gacetas. Un ejemplo es la revista Moderna, de arte y  ciencia, que incluye atractivos temas culturales y traducciones de escritores extranjeros, siendo sucesora de la revista Azul, dirigida por los poetas Manuel Gutiérrez Nájera y Carlos Dufoe. Otros medios de esta índole son El Renacimiento, El Libre Pensador y El Búcaro, entre otros. En los citados medios colaboran nombres como Amado Nervo, Rubén Darío, Leopoldo Lugones, José Santos Chocano y Manuel Acuña entre otros destacados autores latinoamericanos.

El siglo XX renueva los portavoces de la palabra y del verso en positivas experiencias como las revistas La Falange (1922/23), Forma (1926/28) y Tierra Nueva (1940/42) por citar algunos ejemplos.

Con la incursión de internet, las revistas también suben a las redes y entre este tipo de publicaciones en México destacan Monolito, Resonancia magazine, Radiador Magazine, Hysteria!Letras explícitas.

Y en la dinámica de ir subrayando la labor de las mujeres mexicanas en las letras nos topamos con aves de alas como el algodón, pues el 2021 surge desde el estado de Tabasco la revista Alas Blancas, cuyo título poético nos evoca aquellos versos de Amado Nervo: “Bajo tus blancas alas la nueva Poesía». Quizá sea sólo una coincidencia análoga al poema, pero como esta revista electrónica contiene creaciones de Latinoamérica, nos parece un nombre muy puntual.

Alas Blancas, se suma a esa pléyade de ediciones virtuales que difunden voces poco conocidas o simplemente nuevas, pero que forman parte de nuestra América. Un aporte que debe ser aplaudido por su generosa confianza y apoyo.

Desde Lima, Perú, colaborando para Cultura y Tendencias de Santiago de Chile, nos acercamos a la directora responsablede Alas Blancas en México, la profesora Zayra García Núñez para conocer en detalle las motivaciones de esta edición y los proyectos futuros.

¿Por qué has emprendido este trabajo de edición digital desde el estado mexicano de Tabasco?

– Los motivos son varios, pero el principal es que nos hacía falta un espacio así: Tabasco ha tenido una fuerte tradición por talleres literarios que, si bien toman su auge en épocas pasadas, creo que están reviviendo y una revista es otra forma de crear espacios para promover e impulsar la creación, la literatura y la cultura. Un motivo más personal es que siempre he tenido el gusto de impulsar un proyecto editorial.

México es uno de los países que posee una exquisita tradición de ediciones literarias a partir del siglo XIX. ¿Fue ese movimiento el que te motiva a editar Alas Blancas?

– Ciertamente, México es un país con una tradición editorial y desde luego que hay influencia en las generaciones actuales, aunque no fue determinante. Queríamos un espacio para las obras literarias y en especial para los creadores noveles, claro que no es un requisito, se busca que la obra sea de calidad principalmente y todos son bienvenidos a publicar con nosotros.

Este hermoso título que ya en sí es un poema ¿toma la idea de alguno de un autor mexicano? Creo encontrar similitud con aquel verso de Amado Nervo: «Bajo tus blancas alas, la nueva Poesía»

– No, aunque al ser un nombre bastante poético -como lo mencionas- es natural que haya similitudes. En realidad, el nombre surge de un ave, llamada Pijije de Alas Blancas, que es endémica en el sureste de México lo cual abarca a Tabasco. El equipo encargado del desarrollo creativo del proyecto hizo una investigación de la cultura y tradición tabasqueña, ya que buscábamos darle identidad a la revista, y dentro de las propuestas a elegir esta fue la seleccionada. Particularmente me parece poética además de simbólica, ya que esta ave emigra y hace un largo recorrido.

Con la pandemia y un poco desde antes, proliferan las ediciones electrónicas de literatura y arte. ¿Crees que con este medio se acabaron las revistas de ediciones físicas?

– La verdad es que sería arriesgado afirmar lo uno o lo otro. Considero que cada medio tiene su espacio y desde luego que no es la misma sensación leer una obra impresa que en formato electrónico, pero ambos tienen sus ventajas y sus desventajas. Muchos sugirieron cosas tales como que la radio desaparecería con la llegada de la televisión y actualmente tenemos radios on line, entonces, todo es un proceso de adaptación. No creo que tengan que estar peleados unos y otros.

¿Qué ventajas y qué desventajas tienen las ediciones en línea?

– La principal ventaja es que llega a cualquier parte del mundo donde haya acceso a internet y un equipo, creo que en ese sentido sólo debe existir el interés por la lectura de obras literarias. Su desventaja, considero que es la forma en que leemos los formatos electrónicos, el tratar de que todo sea más veloz cada vez. Aunado a que aún muchos disfrutamos de la lectura en papel. Sé que puede parecer irónico, pero estoy consciente de que debemos impulsar más proyectos digitales, que si bien es cierto no son nuevos, sí son espacios que nos permiten socializar obras en cualquier parte del mundo.

Tu espacio es abierto a diversos creadores aun no siendo de México. ¿Es una manera de unir varios países latinoamericanos?

– Por supuesto, es diverso, plural, abierto. Siempre y cuando la obra cumpla con los requerimientos básicos de un trabajo literario es bienvenida y claro que eso sirve para unir, no solo países latinos, ya que han publicado escritores y escritoras europeos, lo cual nos indica que la literatura y los medios electrónico rompen las barreras.

¿Tiene un costo este tipo de ediciones? ¿Es un riesgo como en las ediciones físicas?

En el caso de Alas Blancas, sí tiene un costo, porque decidimos que fuera con un dominio propio, pero hay opciones y hay muchas otras revistas que optan por alternativas gratuitas.

Aunque el costo es mucho menor que en el caso de las ediciones impresas.

– Los riesgos son menores, pero eso no significa que sea fácil. Hay que desarrollar un trabajo continuo para conseguir material y publicar en cada edición. Muchas personas no confían su obra y hacen bien, aunque quienes ya han publicado con nosotros saben que somos una editorial seria, que tenemos una carta de aceptación donde el autor se protege. Considero que ese es uno de los motivos por los que la mayoría de los escritores publican con nosotros.

¿Cuáles son las proyecciones para el futuro de Alas Blancas?

– Abrir las redes sociales, difundir la obra de los colaboradores y desde luego dar a conocer la revista. Queremos que la edición se sostenga por sí misma.

0 Comments

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*