The Donald (John Trump) desatado

MladenYopoHerrera

Mladen Yopo Herrera

“The Donald”, un apodo que popularizó su ex esposa Ivana (la primera de tres), es hoy candidato a presidente de los Estados Unidos tras vencer a más de doce candidatos del partido republicano (entre los que destacan Ted Cruz, Marco Rubio y John Kasich) y ser proclamado por la Convención Nacional celebrada entre el 18 y 21 de julio de 2016, en el Quiken Loans Arena de Cleveland, Ohio.

Si bien diversos hechos anecdóticos acompañaron la Convención Republicana (protestas por doquier; declaraciones de rechazo de intelectuales y artistas -incluso- de varios republicanos; plagio en las palabras de su actual mujer Melania de un discurso de Michelle Obama; ausencia de importantes figuras de la colectividad, entre ellos los últimos dos presidentes republicanos: los Bush padre e hijo; y sin los últimos candidatos presidenciales del partido), entre otros, “The Donald” logró una aplastante victoria.

Con su impronta mesiánica de miedo y culpables, obtuvo 1.725 delegados, seguido de Ted Cruz con 475, John Kasich 120, Marco Rubio 114 y Jeb Bush con 3 (aunque se bajó temprano). El candidato subraya la promesa de revivir el “muerto sueño americano” ante las incertidumbres que ha generado el contexto de la globalización y la revolución científico-tecnológica (cinco millones de empleos fabriles se han evaporado de Estados Unidos en los últimos quince años).

Trump2222Si bien hubo un “positivo efecto convención” para Trump tras cuatro días de mensajes positivos y gran cobertura medial que se reflejó en las encuestas, todo eso quedó rápidamente diluido por la Convención Demócrata una semana después, la que acentúo derechos ciudadanos inclusivos y se apropió del “patriotismo norteamericano”, algo muy propio del partido republicano de las últimas décadas.

Sin embargo, el principal diluyente fueron sus polémicos dichos y anuncios que, según el propio Trump, sus partidarios defenderán aunque fueran “barrabasadas”: “Yo podría plantarme en la Quinta Avenida y disparar a alguien y no perdería votos”, ha dicho.

Más allá de la gran fortuna que ha amasado desde el inicio de su trabajo en la empresa familiar de bienes raíces “Elizabeth Trump and Son” (reportó hace poco que actuaba como miembro, presidente, gerente o fideicomisario en 515 empresas), y de los innumerables reconocimientos obtenidos (doctorados honorarios de las universidades Robert Gordon y la Liberty, estrella en el paseo de la fama de Hollywood, premio de liderazgo del cuerpo de marines, Premio de la Libertad en la gala Algemeiner Jewish, etc.), fue Tony Schwartz, el autor del libro “The art of deal” (aparece como coautor con The Donald), quien lo puso en el estrellato con este libro, un verdadero “best seller” que ha vendido más de un millón de copias y ha obtenido varios millones de dólares en regalías.

Sin embargo, ha sido el propio Schwartz, quien paso 18 meses con este padre de cinco hijos, quien hace un tiempo se transformó en un activo interpelador de su propia creación. Dijo al New Yorker que se había dado cuenta de que le había puesto «un lápiz labial a un cerdo», en referencia que tuvo que narrar la vida Trump de forma tal que resultara digno de empatía y admiración, evitando mencionar desde sus malas decisiones empresariales hasta sus abusos de poder.Trump4444

Agregaba en la citada conversación, que cuando lograba tener su atención y hablar, “mentía sobre su dinero, sobre sus negocios, sobre su padre. Mentía cuando pensaba que podía sacar una ventaja y cuando se encontraba en problemas. Y si lo enfrentaba con hechos, lejos de disculparse, se volvía obcecado y violento”. Agrega que «ante un escenario de agitación social y oposición, puedo ver que Donald Trump fácilmente pueda declarar la Ley Marcial y suspender los derechos de todos los ciudadanos».

Los desatinos y barbaries de este empresario graduado de la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania, traspasan todos los límites y planos. Ha dicho que los mexicanos «están trayendo sus drogas, están trayendo su crimen. Son violadores y algunos, asumo, son buenas personas», proponiendo ante ello la construcción de un muro financiado por México para detener las migraciones; eso, a pesar de que su madre y sus abuelos paternos son migrantes.

Amenaza con retirar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) con México y Canadá. «Si no logro un cambio e imponer barreras comerciales a México y China al menos, saldría del Nafta inmediatamente», ha dicho. Y quién sabe qué haría con China. Ha hablado de rebajar los impuestos beneficiando a las grandes empresas, dejando desprovistas importantes políticas públicas y sin decir qué hacer al respecto.

Reclama que Estados Unidos gasta demasiado protegiendo a países ricos y que estos podrían pagar ellos mismos la factura: “Hay muchos miembros de la Otan que no pagan las facturas… están preparados para decirle a estos países: ´Felicidades, os defenderéis solos´. Aunque Mike Pende, gobernador de Indiana y compañero de fórmula presidencial, trató de arreglar esta sentencia, el propio Trump salió a desmentirlo.

Trump5555Se ha trabado en discusiones con el mundo científico al relacionar la vacunación con el autismo o decir que el cambio climático y calentamiento global son un engaño “creado por y para los chinos para hacer que el sector manufacturero estadounidense pierda competitividad», en una constante lógica de que Estados Unidos pierde con China, aunque el gana todo el tiempo con China. Ha dicho también que volvería al uso masivo de combustibles fósiles.

Reconoce méritos en el dictador Kim Jong Un, al decir «cuántos jóvenes, tenía como 26 o 25 años cuando murió su padre, se imponen a unos generales duros y de repente entra, toma el poder y es el jefe» o pide a Rusia investigar los correos de Hillary Clinton, trasgrediendo la seguridad nacional.

Ha dicho que «restablecería el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo»; ha pedido “el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes a Estados Unidos»; ha sentenciado de que «si gano las elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa»; ha criticado que “nunca, nunca en mi vida he visto ninguna transacción negociada tan incompetente como nuestro acuerdo con Irán. Y cuando digo nunca, es nunca».

Pero el dedo que apretó el detonador fue la respuesta con poco tacto y mucha soberbia que dio a las críticas por su maniqueísmo con los musulmanes de Khizr Khan, un abogado y emigrante pakistaní cuyo hijo, Humayun, era capitán del Ejército de Estados Unidos cuando falleció a los 27 años en acto de servicio en Irak (se les llama Gold Star en señal de respeto).

Ahí no solo lo criticaron del gobierno, los demócratas o medios, sino que hasta los propios republicanos. Fue el vilipendiado John McCain (dijo de él que «John McCain no es un héroe de guerra. Prefiero a los que no han sido capturados») uno de los que le contestó: “Aunque el partido le ha concedido la nominación, eso no viene acompañado de una licencia sin límites para difamar a lo mejor de nuestro país”.Trump3333

Desde un principio el establishment republicano sólo lo ha soportado. Sin embargo, tras tanta barbaridad dicha sobre los propios republicanos (por ejemplo, de la republicana Carly Fiorina dijo:»¡Mira esa cara! ¿Acaso alguien votaría por eso? ¿Se imaginan que ese sea el rostro de nuestro próximo presidente?»; o de Rand Paul: «Nunca ataqué a Rand Paul por su apariencia. Y creánme: hay un montón de material allí») las críticas han comenzado a crecer en sus propias arenas.

El ex asesor de McCain y Romney, Mike Murphy sentenció que “No tiene un conocimiento sofisticado de la política de seguridad americana, así que sigue sus instintos y dice estas tonterías. Ahora que es el nominado no puede haber más tolerancia con esto”, a lo que se sumó una carta pública de medio centenar de altos cargos de varias administraciones republicanas, que incluyen la élite de la seguridad y las relaciones internacionales (como el ex jefe de la CIA y de la NSA, Michael Hayden; el ex director nacional de inteligencia, John Negroponte; los ex secretarios del Interior, Michael Chertoff y Tom Ridge; y al ex vicesecretario de Estado, Robert Zoellick, entre otros).

¿Qué han dicho ellos sobre Trump? Que “pondría en riesgo la seguridad nacional y el bienestar del país”; él “carece del temperamento” para ocupar el cargo, y «sería un presidente peligroso”, es «el más temerario de la historia americana»; “carece de autocontrol y actúa de forma impetuosa»; «no puede tolerar las críticas personales. Ha alarmado a nuestros aliados más cercanos con su comportamiento errático»; «Todo esto son cualidades peligrosas para un individuo que aspira a ser presidente y comandante en jefe, que comandará el arsenal nuclear de Estados Unidos”. Por todo eso concluyeron que no votaran por él.

Trump1111La alarma sonó porque Trump no ha dejado títere con cabeza. En su historial de machismo y misoginia, por ejemplo, dijo que sería bonito ver cómo una modelo de Playboy se pone de rodillas o expresar que no le gustan las mujeres «cerdas gordas, perras, patanes y animales asquerosos». Por eso, durante uno de los debates republicanos, la periodista de Fox News Megyn Kelly le reprochó estas palabras y le exigió explicaciones. La respuesta de Trump fue asegurar que a Kelly le salía sangre de los ojos y de todos los sitios, lo que se interpretó como una referencia a la menstruación.

Los artistas tampoco se han escapado de sus improperios. A Cher le dijo que «yo no uso peluca… Es mío. Y prometo no hablar de tus masivas cirugías plásticas que no funcionaron»; a «Robert Pattinson (que) no debería aceptar de nuevo a Kristen Steward. Le fue infiel como una perra y lo volverá a hacer. Sólo esperen. Él puede conseguir algo mucho mejor»; y a Katy Perry le reprocho en ¿qué diablos estabas pensando cuando te casaste con el perdedor Russell Brand. Es un tipo que no tiene nada… un desperdicio», por citar algunos ejemplos.

«The Donald» es alguien claramente sin límites. Hace unas semanas fomentó una amenaza a Hillary Clinton y si fuera una persona común y corriente probablemente estaría preso. Dijo “Por cierto, si (Hillary) consigue elegir jueces no va a haber nada que podamos hacer, aunque para la gente que defiende la Segunda Enmienda (tenencia de armas) quizá sí que hay algo que pueden hacer. No lo sé”.

Viendo esto y que a los republicanos se les escapan no sólo las elecciones presidenciales sino también la parlamentarias por el efecto negativo de transferencia de Trump, unos setenta republicanos han firmado una nueva carta en la que piden al partido que corte la financiación a la campaña presidencial de Donald Trump (ya lo hicieron los poderosos hermanos Koch y su fondo electoral de US$300 millones) y que se enfoquen en mantener las mayorías en el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ante lo que se puede ser una «victoria arrolladora» de los demócratas en las elecciones de noviembre.

Detrás de las frases de Trump, como expresa bien en Clarín de Buenos Aires el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, más allá del proteccionismo trasnochado y de política aislacionista para un mundo global, “se ve el regreso de un nacionalismo que muchos ven como lo vivido entre las dos guerras mundiales con el surgimiento del fascismo y el nazismo (…) de cierta supremacía de unos sobre otros y en la exclusión de pueblos enteros. Es un lenguaje similar”.Trump6666

Por suerte, y avalado en la caída en los sondeos de intención de voto (el propio Trump reconoce esto al decir que “volvería a una gran vida” si no es presidente), la revista Time adelanta el futuro para The Donald en la portada del 22 de agosto (divulgada en su sitio web).

En ella se ve el rostro del magnate en forma de dibujo derritiéndose como si estuviera hecho de una materia blanda, con el título «Meltdown», un juego en inglés entre «derrumbe» y «derretirse», augurando un triunfo de Hillary Clinton en medio de un país que clama por inclusión como lo ha demostrado la pasión desatada por Bernie Sanders y de certezas y seguridades que han brotado de las vacías palabras de The Donald.

 

(*) El autor es periodista y Doctor en Ciencias Políticas.

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